Publicado: 11 de Octubre de 2015
LOS MIEDOS EN LAS DIFERENTES ETAPAS DEL DESARROLLO
Los miedos son fenómenos muy frecuentes durante la infancia y la
adolescencia, pero en general responden al proceso evolutivo normal y
tienen un valor adaptativo. Las diferentes fases evolutivas del niño se
asocian a diversos miedos que reflejan el proceso de maduración
cognitiva y emocional. Estos temores pueden considerarse como "miedos
evolutivos", no suelen resultar muy intensos, son específicos de cada etapa y desaparecen con el tiempo.
*Primer año: Durante el primer año los bebés ya sienten esta emoción,
temen a los estímulos de su entorno; ruidos fuertes, pérdida de
apoyo..., y a medida que se acercan al año desarrollan miedo a los
extraños, a objetos desconocidos y a la separación de las figuras de
apego.
*Entre 1 año y 2 1/2: Se mantienen el miedo a los extraños
y a la separación y surgen otros como los miedos a ciertos animales y a
fenómenos meteorológicos.
*Desde 2 1/2 a 6 años: En esta etapa
se desarrollan la mayoría de miedos a los animales (que se inicia en la
etapa anterior). Durante los primeros años de esta fase son frecuentes
los temores relacionados con ruidos extraños y tormentas, pero a medida
que van creciendo ya son capaces de experimentar miedo ante seres
imaginarios como monstruos, fantasmas o la oscuridad. También es
característico de esta edad el miedo a estar sólo que evoluciona del
miedo a la separación de la etapa anterior.
*Hasta los 11años
los miedos se van tornando más realistas y específicos. Adquieren
importancia los miedos relacionados con el daño físico (sangre,
inyecciones, accidentes, heridas...), con la muerte (propia o de un ser
querido) y los relacionados con el colegio (rendimiento, compañeros,
fracaso...)
*Entre los 11 y los 13 años se incrementan los miedos
relacionados con la crítica, el fracaso, la autoimagen, vinculados al
colegio...
*En la adolescencia, a partir de los 13 años, se
mantienen los miedos que se daba en la etapa anterior, pero adquieren
especial relevancia los relacionados con el rendimiento personal, la
autoidentidad, el sexo y las relaciones interpersonales.
Todos estos
miedos son normativos de cada edad y tienden a desaparecer a medida que
se van superando las distintas etapas del desarrollo, sin embargo,
parece que existe cierta vulnerabilidad individual (genética, de
inhibición conductual, sensibilidad a la ansiedad...) que interacciona
con las experiencias personales de aprendizaje y que en último caso,
determinan la adquisición y mantenimiento de los miedos "no normativos",
es decir que se mantienen una vez superada la etapa de desarrollo
correspondiente, y tienen una función desadaptativa y un efecto negativo
en la vida de la persona.